domingo, 24 de noviembre de 2013

Se ha evitado una desgracia


Estamos acostumbrándonos a las luctuosas noticias de atletas o deportistas que caen mientras practican deporte, pero esta semana nos hemos librado de una que podría haber terminado así y por suerte para él, debe estar muy contento por no sumarse a esta triste lista.


Se trata de mi amigo y atleta Irving. Lo he estado entrenando desde el mismo momento que me hice cargo del grupo de fondo del Club Atletisme Gavà y con el cual he tenido una relación especial. Tras unas pruebas médicas porque sentía que el nivel de cansancio que sufría durante los entrenamientos no era normal, el pneumólogo lo envió al cardiólogo y tras unas pruebas ha resultado con una válvula cardíaca mal formada (congénitamente) que en los últimos tiempos, tras una pequeña degeneración, le ha provocado estas sensaciones que han llevado a detectar dicho problema.




Esta malformación lo arrastrará a pasar por el quirófano y a no poder competir nunca más, aunque sí que podrá seguir practicando deporte siempre regulando su intensidad.


Lo que en un principio fueron lamentaciones por no poder seguir dentro del atletismo de competición, creemos que estamos logrando hacerle ver cuánta suerte ha tenido y cuántas y de qué tipo de deporte podrá disfrutar a partir de ahora.


Irving seguirá ligado a nuestro grupo de entrenamiento al cuál siempre ha formado parte y muy activamente, pero deberemos adaptar nuestro nivel de exigencia a su patología y él a disfrutar más de los rodajes y entrenamientos grupales.

En el Club Atletisme Gavà tenemos la suerte de contar con las revisiones médicas bianuales realizadas por el Dr. Antonio Vinuesa, y mediante el cuál nos hace un seguimiento desde ya hace muchos años. No en vano, tenía todos los resultados de los últimos siete años. Su problema ya lo tenía y el hecho de detectar el cansancio extraño lo llevó a levantar la voz de alarma que hizo que mirarán en más profundidad su caso y se encontraran todos con dicha "sorpresa".

Con esto lo que quiero incidir es en la importancia de mantener unos seguimientos médicos regulares y, sobre todo con un grupo médico de confianza y el cual nos pueda realizar dicho seguimiento que pueda comprobar si nuestra evolución física y respuesta ante el esfuerzo es acorde con nuestra evolución personal y como deportistas. Ante cualquier anormalidad, siempre se levantará la voz de alarma y podremos evitar cualquier problema mayor.


¡Nos va la vida!


Con este post, quiero dar mis ánimos una vez más, a Irving Motto y desearle una feliz y saludable vida deportiva.