domingo, 11 de agosto de 2013

Si el atletismo se quiere vender, debe cambiar


Con los problemas previos a la retrasmisión por parte de Rtve de los Mundiales de Atletismo 2013 a los que se ha tenido que recurrir a una fuente de financiación privada y 'in extremis', veo además escaso público en la grada y seguro que las audiencias tampoco estarán siendo de aquello de lo más espectacular, me lleva a distanciarme un poco de la pasión que tengo por el deporte y mirármelo más desde la distancia.

¿Qué llevaría al público que no están 'picados' por este deporte a verlo por televisión? ¿Porqué hay otros deportes con mayores audiencias?


Primeramente tengo que proclamar, antes de hacer ninguna conclusión, de la poca educación deportiva que tenemos en España por cualquier deporte o actividad fuera del sempiterno fútbol que tanto nos aborrece a los que nos dedicamos a esto del deporte.


Observo el atletismo con la lupa empática de aquel que no lo ha visto mucho y que no entiende de esfuerzos ni de marcas y creo verlo de una forma lenta, tediosa, y un tanto aburrida. Me hablan de unas personas que -al no seguirlo- desconozco, de unas marcas -que no son más que simples tiempos, números,etc.- que no me puedo hacer la idea de si es mucho o poco los logros que realizan, no me imagino -y desgraciadamente en España, el esfuerzo para lograr las cosas no las elogiamos ni valoramos para nada- y por tanto, no me valoro lo que cuesta correr 100m. en 8" o 9" o 15". Lo mismo con lanzamientos, saltos o otras pruebas. Para el que no conoce, no lo valora.


Estamos en una época y en una civilización donde se busca el espectáculo inmediato y si existe cierto riesgo mejor. Tampoco en la Fórmula 1 acostumbra a pasar demasiada cosa pero hay un riesgo y un morbo detrás que engancha a cualquiera -todos nos podemos imaginar lo que supone ir a 300km/h en coche-. En natación incluyen saltos de un trampolín de 27m. donde, fuera de las vueltas y piruetas de los saltadores en el aire, esperamos cómo será la caída. ¡Esto en el atletismo no sucede!


El atletismo es un deporte donde el esfuerzo y la superación personal tiene un valor y es el cual los que lo conocemos, valoramos, apreciamos y elogiamos pero nada más. Los foráneos lo ningunean y eso nos deja al margen de una sociedad actual, lo que nos lleva a que, en poco tiempo, nos quedemos sin verlo por televisión o enterarnos de los resultados por la prensa. Suerte tenemos de internet y de las redes sociales que son las que nos ayudan a estar al día y conocer en todo momento aquello que esté sucediendo al respecto en cualquier parte del mundo.


Aquel que quiera ver atletismo, tendrá que pagar su entrada e ir al estadio a disfrutar de los atletas que bien merece la pena.


Pero una reflexión debemos hacer si queremos que este deporte sea más visto y valorado -aunque nos duela-: deberíamos hacer un gran giro al circo atlético, con nuevas normas, más espectacular y vistoso y debería ganar dinamismo; aunque si se hiciese, quizás no se llamase tampoco atletismo.