La temporada está
llegando a su punto culminante.
Mientras otros años
estábamos luchando en numerosos frentes que nos hacían tener una tensión e
ilusión especial en cada uno de nuestros entrenos, esta temporada la estamos
terminando por inercia. ¡Y eso no me gusta nada pero es lo que hay!
Esta temporada la
podría considerar como de las peores temporadas de los últimos tiempos. Ha sido
una temporada aciaga debido a las múltiples y variadas lesiones que nos han
azotado a los miembros de grupo.
Las lesiones
acostumbran a relacionarse a cuestiones directamente relacionadas con la
aplicación de forma incorrecta de los principios del entrenamiento y a los que
siempre estoy atento por seguirlos, pero cuando hago balance de las lesiones,
no llego a encontrar las razones por las cuales han podido producirse:
problemas pulmonares, hernias, condropatías, etc.
Esta temporada la habíamos
planteado diferente que otros años. Mucho más lenta, calmada y tranquila para
ir adquiriendo volúmen poco a poco, a la vez que trabajaríamos la condición
física de forma larga y progresiva con el objetivo de fortalecer la musculatura
general de unos atletas que llegados ya a juveniles, entran en una fase de
especialización y incremento del volúmen importante y trataríamos de crear una
buena base muscular para evitar precisamente todo este problema de lesiones.
Dentro de la
planificación de la temporada habíamos establecido la idea de renunciar
específicamente a preparar la pista cubierta y presentarnos "con lo
puesto", y trabajar durante toda la temporada para buscar un pico de forma
para la época en la que nos hallamos y lograr cotas elevadas en los campeonatos
nacionales.
Pues bien, todo ha
ido cambiando durante la temporada, y unido esto a la aparición de algunas
personas en las que los objetivos no se emparejaban con las del equipo, y
aunque han estado trabajando de forma un tanto irregular, ha creado un ambiente
un tanto especial en lo que la integración de un grupo se refiere.
Toda esta suma
de circunstancias han llevado a que lleguen los campeonatos nacionales y las
mínimas, aunque cerca, no se han logrado (aún queda algún que otro intento) pero
parece ser que terminaremos la temporada competitiva con alguna carrera popular
por alguna ciudad del territorio.
Mi caso no ha sido
alieno a estos problemas, y por otras causas, parece ser que me tocará terminar
la temporada detrás de los aparatos quirúrgicos del Dr. Xavier Sant para
subsanar una osteocondritis con desprendimiento óseo que no me deja ni hacer
vida normal. Mi caso sí que es uno de los que tiene explicación de las cosas
mal hechas, mal planificadas y mal aplicadas, y es que ya se sabe que en:
"casa de herrero, cuchillo de palo".